lunes, 11 de abril de 2011

Vayamos A ningún Lugar...

Y escapar
juntos de allí
juntos de la mano
para así sentir
la libertar y el valor
de elegir
regalarte mi vida..





-¡Cállate!- me rió mientras tomo a mi amiga del brazo.
- Admitelo- se contagia ella de mi risa- No fue una buena idea.
- Quizás no lo fue- musité complice y tirándola con fuerza hacía adelante , corrimos mientras reíamos con soltura.
- Nos miran raro.
- Porque son amargados- contesto.
- No vamos a alcanzar- se rié ella corriendo casi a mi paso.
- Si vamos a alcanzar- la contradigo, optimista como nunca.

Y alcanzamos... Tomamos aquel bus...
Quise olvidar. Quise alejarme por un instante de todo aquel enmarañado y maldito lío mental en el que me metes cada vez que hablo contigo. Quería dejar de pensar en tu sonrisa, en tu mirada, en tus palabras... Pero no te pediría que me dejaras, porque no has hecho nada malo, es más, me fascina que me hables, pero entiendeme, me asusta pensar que te estoy queriendo tanto. 
Por eso, ahora estoy riendo, gritando, actuando sin pensar, dirigiendome a un lugar que no conozco, conducida por sentimientos que son tan desconocidos como mi razón de hacer esto.
Te necesito...
Pero solo por hoy... Te puede ir lejos.
No me importas

Miento, me importas. Más de lo que necesito, más de lo que cabe en tu mente y en mi corazón. Te quiero. Lo sabes, lo usas cada vez que puedes...
Lo sé
Pero solo hoy... Me alejo, y eres tan libre como yo de desearme mal o bien, porque hoy.. Me mezclare con las hojas, me reiré al viento, juguetearé entre las nubes, contaré 

flores de papel y buscaré entre los árboles...
Lástima que yo misma tengo claro, que mientras más intento no pensar en ti, es exactamente lo que estoy logrando...

domingo, 10 de abril de 2011

Reemplazando Piezas...


You could be my hero,
If only I could let go,
But his love has still hit me,
Like a broken Arrow


Desvío mi mirada hacia mi pequeña ventana, aquella que deja entrar esta luz grisacea y mortecina que ultimamente detesto. El cielo estaba encapotado esta mañana, y tan gris como las nubes, estaba mi ánimo. Sonreí para mí misma. Los paisajes tristes me ponen algo extraña, nostálgica, me hacen sentir perdida...
Negué para mí y enfrenté las nubes que amenazaban con soltar todo su enojo y pena contra mí.
- Porfavor, que no llueva- dije, pensando en voz alta.
- No va a llover- una voz suave logra hacerme saltar.
Cierro la cortina y me volteo para enfrentarme a sus ojos castaños y serios.
- ¿Viste el cielo?
- Si, pareciera que llueve, pero hace demasiado frío...
Y un cuerno, dije para mis adentros, va a llover.
- Bueno- acabo la conversación.
Cuando estoy sola, tomo mi abrigo negro y me arreglo el cabello despreocupadamente, me miro al espejo. Un fantasma.
Antes de seguir pensando en el aspecto que llevaba, me dispongo a bajar rápido las escaleras, haciendo más ruido del que quisiera.
-¿Dónde vas?- me gritan cuando abro la puesta bruzcamente.
- Dónde una amiga- contesto y sin más explicación me dispongo a marcharme.

No me critiques por alejarme. Necesitaba llorar, necesitaba estar sola, necesitaba que todos me dejaran de lado y caminar...
Mojarme con aquella lluvia que prometiste no caería y sin embargo ahora me empapa y mantiene fría.
Me engañaste, tú, cariño, me mentiste...
Todos lo han hecho, en menor o mayor grado, pero que tú lo hicieses... me dolió más que nunca.
No diré que te odio, no diré que me fallaste, porque yo también te mentí cuando dije que de esto jamás me repondría.
Tomé la mano del muchacho que iba a mi lado y el me dirigió una mirada cargada de dulzura.
No te preocupes, cariño, yo...
Sé como olvidar.

sábado, 9 de abril de 2011

Aquel que pasó, me robó, y se marchó.


and ι loѕт мy page agaιn

 ι ĸnow тнιѕ ιѕ ѕo rare вυт, 
ι\'ll тry мy lυcĸ wιтн yoυ 
тнιѕ lιғe ιѕ on мy ѕιde well,
aм I yoυr one?


Nunca he sido de contar anécdotas tan importantes y narrarlas con tanto detalle, a nadie, pero quizás si lo hago, significa que ya no me duele comentarlo, que lo veo como un recuerdo dulce, que te tengo afecto y no rencor, que te extraño... pero no lo suficiente. Asique, como mis amigas me han pedido que les cuente:
-¿¡Cómo fue?!
Aquí está, con cariño para ti, si lo llegas a leer...


Me volteé a recojer la cuchara que desprevenida había dejado caer hacia atrás, agachandome en mi asiento y sin mirar con cuidado lo que hacía, me encontré con tus ojos, azules, como el cielo.
- Es tuya- comentaste con una sonrisa arrebatadora, que de haber sido de mi agrado, habría respondido, pero muy seriamente contesté:
-Si, Gracias- la cogí cuidandome de no rozar tu piel, sin embargo sentía los colores asomando en mis mejillas, no planeaba verte tan de cerca, no sabía quien eras...
Mis padres se rieron de mi actitud fría, mi madre la desaprovaba, y me reprochaba el no haberte sonreído de vuelta, mi padre, celoso y cuidadoso de su única hija, aprovaba mi frialdad con los muchachos.
- Tengo trece...No quiero líos con giles- contesté encongiéndome de hombros y dando un largo trago a mi bebida.
- ¡Ja!- gritó mi mamá- ya te quiero ver mocosa tajante cuando andes detrás de algun fulano, o anden unos cuantos tras de ti.
-No digo que no me vayan a gustar, digo que por el momento no me gusta nadie- dije riéndo de mi mamá- ya me gustó alguien, yo le gusté, y decidí decir que no, por lo mismo, no quiero nada.
-Bien hija, tu calmada no más, estás pequeña- dice mi padre, medio en broma, medio en serio.
- Papá, calmado tú, que yo decido lo pequeña que estoy para estar con quien quiera- medio hastiada del tema, me paro con la excusa de ir al baño.
Mis amigas ya tenían "novio", andaban detrás de los niños como si fuesen moscas y quisieran miel, pero no se fijaban siquiera si era miel, bastaba con que les devolvieran la mirada, una sonrisa, y el ser más desagradable se tornaba el deseo más presiado.
Tontas, decía yo. Yo quiero que me guste alguien en serio, no quiero andar jugando cual cabra chica fácil. Además, no me agradaba yo misma, me encontraba bastante fea.
Entré al baño y me miré al espejo, corroborando mi teoría.
No me maquillaba, no me arreglaba, tenía mis ojeras marcadísimas, mi pelo casi negro, corto y desaliñado, mis tez pálida y mis ojos marrones como cualquier otros.
Así, no le gustaré a nadie. Me encojo de hombros mientras doy fuertemente la llave del agua y me mojo un poco el rostro.
-Yo no soy así y punto- contesté a mi mente que no acallaba y abría la puerta sin medirme en modales.
Me quedé estática cuando te me apareciste justo delante. Eras más alto de lo que pensaba, más guapo, y por su puesto, no me gustabas.
Tu cabello era (a pesar de que lo negaras) rubio, tu tez blanca y sonrosada, tus ojos, además de tener pesatañas envidiables, eran azules y bonitos. Un chico que todas morirían por, pero siendo obstinada como era, me dije:
Yo no, me gustan morenos.
Y no era mentira, hasta hoy los prefiero morenos.
Te sonreí y tu me devolviste la sonrisa, acompañada de unas palabras que de inmediato me hicieron caer en la cuenta de algo: Tu acento.
- No pensés que te sigo- pronunciaste con tu mejor estilo canchero argentino, almenos yo pensaba que era coquetería, luego me dí cuenta que eras así.
- No- me reí- ¿Eres de argentina?- pregunté rápida, sin pensar.
- Si- me sonreíste como si nos conciecemos de toda la vida. Me sonrojé- de Mendoza.
- Ah- dije- Bueno
Se hizo un silencio incómodo para mí mientras me mirabas y yo miraba al suelo con verguenza.
- ¿Me das permiso?- corté.
El espacio del pasillo era reducido, y si no te movías, abría de rozar demasiado contigo.
- Claro, perdonáme- dijiste
Cuando me marchaba volviste a decir:
- Esperá- tu mano alcanzo mi brazo con delicadeza y luego dijiste- Puede que no te haya estado siguiendo, pero... Si te marchás, probablemente lo haga.
¿Cómo debe reaccionar una chica de mi edad a eso?.. Si, poniendose roja, con el corazón acelerado, y contestando torpemente con balbuceos.
Pero yo, que soy un especimen bastante raro, arquée una ceja y me reí, apesar de que mi corazón sí se había acelerado.
- ¿Jugando al Psicópata?- te pregunte riendo.
- Sólo si te parece divertido- me dijiste
Tu sonrisa, tu edad, tu altanería y soltura...
- No, no me parece gracioso- y sin embargo debía tener una sonrisa idiota en la cara.
te reíste, y entonces bajaste la mirada y volviste a mirarme, ahora con una simpleza muy distinta a tu anterior actitud de galán.
- Perdona- te excusaste con una mano trás tu cabeza- No sé de estas cosas, supongo que está mejor si te pregunto si podemos hablar...
Dudé, pero me ganó la ternura..
- Claro, mucho mejor.
Cuando volví a sentarme a la mesa les dije a mis papás que el chico de la cuchara y yo iríamos a caminar a la playa (que estaba justo al frente del pub)
Mi papá, me hizo escándalo, mi mamá se rió en mi cara, pero fui.
Hablamos, las horas se pasaban. No eras el típico chico que me inspiraba esa desconfianza, más bien, me sentía comoda, me sentía feliz, inusualmente feliz...
Siempre ejerciste ese efecto en mí... Pero no quería aceptarlo.
Te quise, como un amigo.
Te quise, como algo más.
Te ganaste mi corazón...
¿Y qué?
Eras un "amor de verano"
Yo lo tenía asumido, estaba jugando un poco, porque también podía..
Pero sola, jugando  a ser grande, me enamoré...
Y te odio por eso.
No, exagero... Aún te conservo afecto, porque mal que mal...
Un año completo duró nuestro "amor de verano"
Pero no aguanté, verte siempre y cuando tu padre viniera a hacer "negocios" a santiago era la peor sensación de la vida. Tenerte cerca y verte marchar.
Asique, asi fue.
No voy a contar nuestro año completo, porque me llevaría demasiado y hay detalles que prefiero nisiquiera escribir.
Ahora te agradezco, me hiciste crecer, me enseñaste y compartiste...
Pero no soy la clase de masoquista que se tortura por tanto...

Oº°‘¨Sintiéndome inocente...

ι never υnderѕtood вeғore
ι never ĸnew wнat love waѕ ғor
мy нeart waѕ вroĸe, мy нead waѕ ѕore
wнat a ғeelιng
------------------------------------------------------------------


-¿Qué haces?
- Busco..
-¿Qué cosa?
- Nada en particular
-¿Cómo buscas sin saber qué?
- Encontrando ese qué, sin estarlo buscando
- Eres
rara...
Me reí, no pude evitarlo.
- Algo...
No estaba específicamente buscando, sólo estaba sentada mirando la nada, que a la práctica, era la angosta grieta de la esquina de mi cuarto. Buscaba detalles, buscaba imperfecciones, buscaba cada misero rasguño, cada desgarro, cada fracción de esa pared que me encierra, que ha sido tocada, que ha visto mi vida, que conoce mis secretos, que me guarda y aveces protege, pero me enclaustra.
Desvié mi mirada hacia atrás, encóntrandome con mi pila de papeles esparcidos en el suelo, hojas de cuadernos ahora viejos, dibujos de rostros y situaciones que sólo gracias a que las estoy viendo recuerdo, garabatos en hojas que sufrieron mi ocio, palabras...
Palabras que me incitan a reclinar mi cabeza hacia atrás, y viajar..
-¿Vayámonos, Ale?
- ¿A donde?- sus ojos me escrutaban cual cuerdo a un loco que acaba de soltar palabra.
- Lejos- contesto como si fuese natural- Al bosque, no, mejor cerca del mar...
- No me gusta el mar.
Rio irónica un segundo y luego vuelvo a mirar la grieta en mi pared.
- Y me llamas rara a mí- niego un par de veces y tomo la hoja entremedio de muchas otras que tiene un corazón dibujado.
- ¿Insinuas que soy loca porque detesto la playa? ¿Dónde se te desordena el pelo?¿Estas mojada?¿Huele mal? ¿Y hay basura en todos lados?
- Insinuo que estas mal porque encasillas todo en uno, que esas playas que conozcas tú, no sean cómo las que yo he tenido oportunidad de ver no significa que tengas que odiarlas... Hay lugares hermosos...
- En tu imaginación- contesta ella enfurruñada.
- Si, también- le digo yo, jugando un poco mientras tomo el papel, y lo desgarro en dos.
-¿Qué haces?- ella grita
- Rompo el pasado- contesto natural.
- ¿Por qué? Era un corazón...
- Si- contesto yo- el mío.. Pero fue y listo- digo arrugando las piezas de papel y echándolas a un lado- No hay más corazón.
- No porque ese amor haya sido malo has de encasillar al amor en uno- contrataca ella.
Me quedé en silencio. Ese día, me vi vencida, abatida y horriblemente culpable.
Le enseñé a defenderse, y ella lo uso contra mí.
Que horrible.
- Ya te veré con un corazón roto...
- Ya te veré con un nuevo amor...


Ale: 2             Cata: 0

Comenzar un final

Desahogarte y permitir que desconocidos lo puedan ver...
no suena tentador siendo una persona usualmente callada en cuanto al
"Cómo me siento"...
Timidez, miedo e inseguridad...
pero empezaré... Porque lo necesito, porque adoro las letras, porque amo
leer y porque a veces, el corazón se desborda...
Y hoy...
Lo hizo.